Al menos 77 personas fallecieron y 130 resultaron heridas al
descarrilar anoche en Santiago de Compostela (noroeste) un tren de
velocidad alta con 220 pasajeros que cubría la línea Madrid-Ferrol,
según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSJG).
Estas
fuentes han precisado que, de las 77 víctimas, 73 han sido localizadas
en el lugar en la tragedia mientras que otras cuatro han fallecido en
los hospitales a los que habían sido trasladadas.
El número de heridos, por otro lado, está aún por determinar, pero ronda las 130 personas, según las mismas fuentes.
Los
miembros del operativo que trabajan en el lugar del accidente no
descartan localizar más víctimas entre los vagones del convoy
siniestrado.
El accidente, el primero registrado en una
línea de la red de alta velocidad en España, se produjo poco antes de
las nueve de la noche de ayer (19:00 GMT) cuando el tren Alvia
descarriló en una curva de las inmediaciones de la estación de Santiago
de Compostela.
Las autoridades de esta ciudad de Galicia que hoy
celebra la festividad de su santo patrón Santiago y que atrae estos días
a numerosos visitantes y peregrinos, han suspendido todas las
celebraciones de las fiestas en señal de duelo.
Aunque por el
momento se desconocen las causas de la tragedia, fuentes de la
investigación indicaron a Efe que una de las primeras hipótesis era el
exceso de velocidad.
El Ministerio del Interior descartó poco
después de suceder que se trate de un atentado y el delegado del
Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, indicó en el lugar del siniestro que
no tenía indicio alguno de que haya sido "una causa externa", aunque no
descartó cualquier hipótesis.
Testigos presenciales explicaron a
Efe que el convoy se partió en dos, y la máquina y los cuatro primeros
vagones descarrilaron, otro intermedio voló sobre un terraplén hasta
caer muy cerca de las viviendas, y el resto volcó.
Vecinos de la
zona indicaron que el tren iba a una "velocidad normal" para entrar en
la estación y que llegaron a escuchar un ruido, previo al
descarrilamiento, y acto seguido ya se produjo una gran humareda.
El
delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, dijo que al menos 60
personas fallecieron en el accidente y ya fueron identificadas, pero
advirtió de que el número de fallecidos podría aumentar ya que faltaba
por mover algún vagón del tren accidentado.
Este accidente
ferroviario es el tercero más grave en la historia de España, después
del ocurrido en 1944 cerca de la estación de Torre del Bierzo (noroeste)
en el que pudo haber hasta 500 víctimas mortales -aunque la censura
oficial lo redujo hasta 78 muertos-, y el de la línea Cádiz-Sevilla en
1972, con 77 muertos.
Además, es el más grave y con mayor número
de víctimas mortales de todos los siniestros de tren ocurridos en el
mundo en lo que va de 2013, pues supera en número de víctimas a las 47
del tren cargado con hidrocarburos que el 6 de julio explotó en
Lac-Megantic (Canadá).
El tren siniestrado es un Alvia, que
circula por las mismas vías que los de la red de alta velocidad
española, aunque su velocidad es inferior a los "AVE".
Los
hospitales de la zona reforzaron los servicios de urgencia para atender a
los heridos y el gobierno regional gallego hizo un llamamiento para
solicitar al público donaciones de sangre.
Según ha informado la
Red Española de Ferrocarriles (Renfe) en una nota de prensa, en el tren
viajaban 247 viajeros, además de la tripulación.
Fuentes del
Ejecutivo informaron de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy,
está en permanente contacto con la ministra de Fomento, Ana Pastor, que
se ha desplazado hasta el lugar del accidente.
Además, y según
fuentes de la Casa del Rey, el rey Juan Carlos contactó con las
autoridades en cuanto tuvo conocimiento de la tragedia.
El Gobierno de Portugal ofreció a las autoridades españolas la ayuda y cooperación del país vecino.
ALGUNOS PASAJERON SE QUEJARON DE LA VELOCIDAD
Sergio Prego, un pasajero en el tren, dijo a la SER que “el tren iba a una velocidad muy rápida y en la curva se salió de las vías, se volcó. Nosotros fuimos los afortunados que pudimos salir en nuestros propios pies”. “Por supuesto que había víctimas.
Sergio Prego, un pasajero en el tren, dijo a la SER que “el tren iba a una velocidad muy rápida y en la curva se salió de las vías, se volcó. Nosotros fuimos los afortunados que pudimos salir en nuestros propios pies”. “Por supuesto que había víctimas.
No tengo idea, pero
deben ser un montón”, dijo. Un fotógrafo en el lugar dijo que vio
decenas de lo que parecían ser cadáveres en el momento que los
rescatistas los retiraban del lugar. La televisión estatal española
mostró imágenes de lo que parecían ser varios cuerpos cubiertos con
frazadas junto a las vías y cerca de los vagones dañados.
El
fotógrafo, Xabier Martínez, dijo que habló con dos pasajeros heridos,
quienes dijeron haber sentido una fuerte vibración antes del
descarrilamiento. El accidente se produjo cerca de la estación de
Santiago de Compostela, 95 kilómetros (60 millas) al sur de El Ferrol,
hacia donde se dirigía el tren. En las escenas televisadas se veían
rescatistas atendiendo a la gente.

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