En un juego de niños que resultó dolorosamente
trágico, un menor de 12 años mató accidentalmente a un hermanito de 11,
mientras éste último manipulaba ingenuamente una escopeta que su padre
guardaba en un armario y el otro trató de quitársela para que no jugara
con el arma.
El trágico suceso, que ha conmocionado el barrio Colonia
del Ozama, del sector Sabana Perdida, de Santo Domingo Norte, “pudo
evitarse si los padres hubiesen tenido más cuidado”, dijo el vocero
policial, coronel Jacobo Mateo Moquete. El oficial advirtió a los padres
que deben mantener lejos de sus hijos las armas de fuego en toda
circunstancia.
Los oficiales del Departamento de Investigaciones
Criminales de la Policía continuaban ayer interrogando a algunos
familiares y vecinos. Dijeron que el menor, que causó sin proponérselo
la muerte a su hermanito de 11 años, se encontraba emocionalmente muy
afectado, en estado de profunda tristeza.
El padre Ramón Cuevas
Castillo, de 47 años, un capitán retirado de la Policía Nacional,
todavía anoche no salía del asombro, casi en estado de shock, mientras
los agentes policiales lo interrogaban. La familia reside en la calle
Primera número 5 del citado barrio. El padre, que tiene dificultades
para caminar, dijo que se encontraba frente de su casa jugando dominó
con unos amigos, cerca de las 5:30 PM, cuando se escuchó un disparó
dentro de la casa. “Todos corrieron hacia allá y hallaron al niño en el
piso bañado en sangre, mientras su hermanito lloraba a su lado”. El
menor fue llevado al Hospital Maternidad de Los Mina, pero murió en el
camino.

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