domingo, 11 de agosto de 2013

Hombre vuela como SUPERMAN

“Sólo para profesionales” advertían las promociones del más grande evento de aviación acrobática en los Estadios Unidos, el EAA Airventure 2013, porque no todo el mundo estaba preparado para ver que lo “imposible” en el cielo, ya es una realidad en el mundo de la aviación y en la mente de quien creyó en el poder del hombre sobre la tierra.

Ver descender aviones a 150 millas por hora ha sido una aventura fascinante desde hace 50 años cuando comenzaron a realizarse los vuelos de exhibición y destrezas aéreas, y una diversión llena de adrenalina, pero un hombre volando con cara sonriente, sujetado sólo de un armazón tecnológico, era algo sin precedente.
La Fy-In organizada por la Experimental AirCraft Association (EAA) y en la que participan la mayor parte de compañías relacionadas con el mundo aeronáutica, es la que sirvió de escenario al piloto Yves Rossy para mostrarle a la humanidad que la naturaleza del hombre es el desafío a lo imposible.


Con esta concepción ideológica es que Rossy, conocido como Jetman, se ha convertido en el único hombre en la historia de la aviación que ha logrado mantener el vuelo de su cuerpo con un jet-powered atado a su espalda, logrando captar la atención de millares de espectadores que sin ser profesionales se atrevieron a dejar subir su adrenalina al ver el vuelo humano de un hombre sin límites ni fronteras.
Los pioneros de la aviación comenzaron a volar un aparato en posición horizontal, luego osaron en sentarse con sus rostros protegidos con cristales, como los astronautas, para lograr después permanecer en cabina bajo la presión del aire acondicionado.
Este cronograma de eventos ya logrados necesitaba dar paso a algo novedoso utilizando la tecnología, ha declarado a la prensa estadounidense Yves Rossy, por lo que, a su entender, lo que seguía era utilizar la tecnología en el más increíble sueño de disfrutar de la sensación de la velocidad, densidad y temperatura del aire en un posición horizontal. 

Es así como Rossy se atreve a iniciar su vuelo por el espacio sin alas, elevadores, timones u otros controles aerodinámicos. Solo mueve el ala volante con su cuerpo arqueándolo para mantener el control de la pirueta y ladeando la cabeza para ejecutar un viraje inclinado. 

Después de unos 10 minutos surcando espacio, el planeador despliega su paracaídas y desciende a un aterrizaje suave, haciendo latir nuevamente el corazón de quienes sintieron que durante el “vuelo humano” se le paralizó al solidarizarse con quien pensaron que caería en picada.

En el background de este desafiante aventurero suizo se cuenta que por tierra corría descalzo, montaba bicicleta y motocicleta en altas montañas, condujo un carro de carreras y practicaba montañismo, esquí, snowboard wakeboard y rafting, y piloteó una lancha rápida.

Su viaje por el cielo comenzó a finales de 1970 al iniciar sus estudios de mecánica de avión obteniendo una licenciatura en ingeniería bajo un programa financiado por el Estado de Suiza y comenzó a volar con la Fuerza Aérea a los 20 años.

Luego se trasladó al sector civil manteniendo los lazos con los de la Fuerza Aérea. Su último cargo fue como capitán del vuelo Airbus de Swiss International Air Lines en el 2007 y al año siguiente tomó un año sabático para trabajar a tiempo completo en su ala “mágica”, creando el concepto “Jetman” con sus raíces en la experiencia de Yves en el paracaidismo.

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